Literatura/@elsenyelisel
Este
agosto, cada día, al final de la jornada cuando pienso que no hay nada más en
qué pensar, cuando creo que todo ha girado en mi mente, algo o alguien me
recuerda tu existencia. Desde el gato amarillo que se pasea por la cocina,
hasta el cambur que como todas las tardes, o un trozo de papel donde escribo o
una persona a quien llamo por tu nombre.
Entonces
desafías mi olvido a punta de recuerdos cuando creo que te esfumaste y sigo
siendo un libro roto lleno de palabras absurdas. Todo vuelve.
Vuelve
todo lo que al despertar abandoné en la almohada.
La
devastación de mi memoria va juntando el rompecabezas mientras extravía el
sentido a propósito. Se sumerge en un laberinto fácil donde la única salida la
encuentro con un viejo recuerdo al final del día.
Te
vienes a mi mente a punta de puro olvido, como si los objetos aprisionaran tu
esencia oculta en mi memoria. Y sales a relucir para recordarte.
Mañana
repetiré el juego, escribiré otro poema enredado en tu memoria.
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