Literatura/@elsenyelisel
En la edad media todo se desarrolla alrededor de lo religioso, por eso este fragmento es la confirmación de lo divino, de lo religioso cristiano. Y al mismo tiempo certifica lo dicho por Peña y Yepez en relación con lo maravilloso cristiano en la era medieval.
También en el poema encontramos rasgos de la
oralidad. Esta obra era cantada por muchos juglares, lo cual resalta su
carácter anónimo. Para proseguir con la historia, el poeta atribuye diálogos a
los personajes. De esa forma intercambia conversaciones entre los actores de la
trama mientras va tejiendo la fábula. Lo evidenciamos en frases como estas:
“El
campeador habló lo que ahora me oiréis contar:”
“Oid
ahora lo que el bueno de Álvar Fáñez quiso hablar:”
“Y
así como oiréis ahora, así comenzaba a hablar:”
Los medievales imponen la fe sobre la razón. Por eso vemos que
a pesar de todos los males que apremiaron al Cid, este nunca desfalleció. Su fe
siempre estuvo puesta en lo invisible, en lo intocable. Creía firmemente que la
divinidad lo protegía aunque el rey Don Alfonso VI le hubiera desechado. El
rey, ese ser humano coronado por derecho divino. Ese representante inminente
del absolutismo español, el mismo que lo echó de sus tierras y lo apartó de sus
gentes, el que lo condenó al exilio y quien amenazó con matarlo si al cabo del
plazo no salía de Castilla y León. Don Alfonso VI, ese monarca que pidió a sus
hijas para casarlas con infantes de Carrión, los mimos cobardes que huyeron ante
la ferocidad del león y que vengaron las burlas del ejército del Cid
escarneciendo y humillando a Doña Elvira y Doña Sol, sometiéndolas a golpizas y
dejándolas desnudas obligadas a pasar por la mayor de las vergüenzas.
Sin embargo, el Cid campeador lo veía como el
representante de Dios. Seguía obediente y sumiso, como todo buen vasallo ante
su gran señor. No guardó odio ni rencor, al contrario lo llenó de regalos y se
humilló ante él para pedir perdón. Un perdón absurdo porque nada malo hizo el
Cid para con su señor. ¿Qué ser humano soporta todo eso? Solo a través de la
fe, lo invisible, muchos se atreven. Y es que las religiones dan para todo eso.
En el cantar de las bodas de
las hijas del Cid, el obispo Jerónimo dice esto:
“El
que en la lucha muriere peleando cara a cara
de sus pecados le absuelvo y Dios
acogerá su alma”.
¿Y así quién le teme a la muerte? Con una fe
constante y un puesto asegurado en el paraíso cualquiera es capaz. Lo mismo
piensan los musulmanes: Alá es el único Dios. Si matan gente en defensa del
islamismo Alá los recibirá en su seno. Y qué decir de los judíos, aunque
menores en fuerzas tienen mucho dinero; también son fieles a sus
creencias.
Además del lado de los cristianos se imponía
el idealismo de la caballería. El historiador francés León Gautier sintetizó
los deberes de los caballeros en diez mandamientos:
I.
Creerás en todo cuanto enseña la santa madre
iglesia y obedecerás todos sus mandamientos.
II.
Protegerás a la iglesia.
III.
Respetarás a los débiles y serás su protector.
IV.
Amarás al país donde has nacido.
V.
No retrocederás ante el enemigo.
VI.
Declararas a los infieles una guerra sin
tregua y sin cuartel.
VII.
Cumplirás con tus deberes feudales, si no son
contrarios a la ley de Dios.
VIII. No
mentirás; cumplirás con la palabra dada.
IX.
Serás liberal y magnánimo con todos.
X.
En todas partes, y siempre, serás el paladín
de la ley y del bien contra la justicia y el mal.
Todo esto implicaba un gran compromiso con la
religión. Sí, podían ser buenos y magnánimos con todos, pero ese “todos” solo
incluía a los cristianos. Los demás mortales que fuesen incrédulos o devotos de
otra religión, y que se negaran a renunciar a ella, estaban condenados a morir
a filo de espada o lanza. Lo mismo sucedía con respecto al islamismo. Ser malo
significaba no profesar la misma creencia que moros o cristianos, eso convertía
a cualquiera en enemigo, y los caballeros no retrocedían ante ellos. Su deber
era proteger a la iglesia y creer y obedecer
todo lo que ella demandaba. También tenían sentido nacionalista pero
parecía una pantomima para ocultar las intenciones firmes de proteger y ganar
más territorios. Territorios que significaban más dinero, más ganancia para una
sociedad estamental en la que la punta de lanza estaba liderada por el Rey, el
clero y la nobleza. El final de la pirámide estaba poblada por el vulgo, los
campesinos, los soldados y los caballeros; los peones del ajedrez.
De hecho, cuando las cruzadas fueron
iniciadas, Urbano II, el papa, fue quien aupó a aquellas gentes cristianas para
que corrieran sin tregua a la batalla. Según Carl Grimberg (1988), en noviembre
de 1095, reunió en la catedral de Clermon Ferrand a muchos obispos y dictó
medidas importantes relacionadas con la religión. Parte de su discurso decía:“Turcos y persas, árabes y agarenos han invadido
Antioquia, Nicea e incluso Jerusalén, que guarda el sepulcro de Cristo, y otras
ciudades cristianas, y ya han desplegado sus inmensas fuerzas contra el imperio
de los griegos. Dueños absolutos de Palestina y Siria, han destruido las
basílicas e inmolado a los cristianos como si fueran animales. Las iglesias,
donde se celebra el divino sacrificio, han sido convertidas por los paganos en
establos para sus bestias”.
Todos los caballeros se entusiasmaron ya que
además de salvar el alma, cumplir con la iglesia y probar su honor y valentía;
también podían asegurarse grandes botines y tierras al vencer en la guerra. Con
mucha razón dicen que la fe mueve montañas; claro, para muestra está la edad
media.
Sin embargo, muchos de estos hombres no se
movían por la codicia, había un sentido muy espiritual. Una preocupación por el
alma. Y es que lo vemos al leer el poema de Mío Cid campeador, porque nunca nos
dan una descripción física de si era bonito o feo, fornido o flacuchento.
Siempre se describe al héroe con cualidades invisibles. Invisibles porque no se
pueden ver en lo físico sino que se aprecian en la personalidad. Rasgos que
solo nos imaginamos en personas buenas, generosas, bondadosas, amantes de la
justicia y el bien. No solo en el personaje principal vemos cualidades
inigualables, también en sus seguidores.
Álvar Fánez de Minaya, ese era un ejemplo de
lealtad. Minaya acompañó al Cid desde el inicio, pasó con él los peores y los
mejores momentos. Esto nos da una idea de lo importante que era el honor, la lealtad
y la fidelidad entre un vasallo y su señor, pero sobre todo, de un amigo a
otro. Porque Minaya no solo era un soldado en las huestes del Cid, no. Minaya
era el hombre de confianza, la mano derecha, el mejor amigo del campeador. El
amigo que parecía hermano, que con él todas sus batallas guerreó.
Y si de sometimiento y obediencia hablamos no
hay que olvidar a doña Jimena, doña Elvira y doña Sol. Esas tres mujeres
callaban y obedecían en todo al Cid. Además, difícilmente, si protestaban les
harían caso porque en la edad media la mujer –para ser francos- valía muy poco.
Eso se evidencia en el cantar de la afrenta de Corpes cuando los infantes
maltratan a sus esposas y las abandonan desnudas a la buena de Dios. De hecho,
en plena corte, uno de los infantes se atreve a decir que ni de mancebas
(amantes) valía la pena tomarlas. Con todo y que se hizo justicia, las mujeres
ni si quiera asistieron al juicio que se realizó para recuperar su honra. Y
para colmo, luego viene el rey y las pide de nuevo al Cid para que se casaran
con otros infantes de Navarra y Aragón. Como el Cid es ejemplo de obediencia no
se hizo esperar su voz, y volvieron a casarse doña Elvira y doña Sol. Sin
conocer a sus maridos, así se casaron las dos.
También está la contra parte de la perfección. El Rey Don Alfonso VI, el representante de
Dios, se dejó influenciar por lo que decían los demás, por las habladurías de
la gente él le hizo mal al Cid. ¿Cuántas veces vemos esto en la realidad? Gente
que se deja llevar por lo que dicen los demás y no averigua por sus propios
medios la verdad. Es un hecho muy humano a pesar de que lo veamos en el cantar
de un juglar. Y qué decir de la cobardía de los infantes de Carrión, ellos que
se aprovecharon de la debilidad de dos mujeres. ¿Por qué no se enfrentaron al
Cid campeador? Sencillo, era más fácil vencer a dos damas que a un soldado avezado
en guerras y batallas.
Muchos seres humanos son así, cobardes. Lo
paradójico de la historia radica en que queriéndose vengar de las burlas del
ejercito del Cid, por llamarles cobardes, los infantes probaron que sí, que
eran un par de gallinas. Pero la cobardía es un sentimiento de lo más humano,
muchos sentimos temor o miedo cuando nos encontramos en situaciones
determinadas. Pero casi era un pecado que un soldado medieval admitiera su
cobardía, era un estigma de la época ser valiente ante todos y ante todo. De
hecho, cuando el Cid reclama las espadas Colada y Tizona dice que las ganó a
“lo macho, a lo varón”. Es decir, que ser varón significaba atacar con fuerza
bruta a todo enemigo que se atravesara. Destazarlo, destruirlo. Al Cid no se le
quita mérito pues muchas batallas libró en la lid para tener sus espadas muy
bien ganadas; pero, estas palabras pueden explicar porqué algunos hombres
temían expresar el miedo que sentían al verse cercados por fuerzas enemigas que
venían por sus cabezas.
Nada más natural que el miedo en los seres
humanos, hasta el mismo Jesús lo tuvo en algún momento. Pero había que tener
los pantalones bien puestos para admitir el miedo o para enfrentar con
gallardía al enemigo. Por cualquier arista que se mirara, era difícil la
situación.
El poema de Mío Cid es el reflejo de la
sociedad medieval, de sus costumbres, de sus creencias; de sus aciertos y sus
errores. Pero muy en el fondo también representa la realidad de los seres
humanos. Esa necesidad que tenemos algunos de creer en algo o en alguien
superior. Esa esperanza de que alguien nos ayude desde algún lugar. Ese pavor a
no saber qué pasara después de la muerte. Ese temor a lo desconocido, al
destierro.
Buen blog!
ResponderEliminarHe aqui un resumen de la influencia del personaje en el ámbito musical:
LUIS FONSI - La Fuerza del Corazón
http://www.youtube.com/watch?v=8lXNe_Ubnjk
SIGNAL BLADE - El Exilio
http://www.youtube.com/watch?v=GBfND4w4FZU
AVALANCH - El Cid
http://www.youtube.com/watch?v=eT1nocnBRto
TIERRA SANTA -Legendario
http://www.youtube.com/watch?v=k09M7soYHNY
DARK MOOR - Mio Cid
http://www.youtube.com/watch?v=iLWeTaaj6z8
FOLKODIA - El Cid The Champion
http://www.youtube.com/watch?v=Evaj-DbFBXA
Muchas gracias por tu comentario y aporte. :) Me alegra que te guste el blog!
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