sábado, 11 de mayo de 2013

¿Qué es la literatura? -- Una definición entre cuentos, poesías y pensamientos


Por: Elseny Martínez
Literatura/@elsenyelisel


La literatura está, pues, entre nosotros, no importa que cerremos o encerremos o quememos los libros en medio de un inventario de cura y barbero, ella siempre nos perseguirá, porque, a pesar de Barthes, la literatura no es un “ser de papel”, sino, parafraseando a Nietzhe, es un hecho humano, demasiado humano.



Me preguntaron qué era la literatura, no sé cómo contestar. Puede deberse a que sé muy poco o nada de esa sensación, pero decir sensación es otorgarle un significado. Como me gustaría dar una respuesta inteligente, una sin lugar a dudas.


La libertad de crear un mundo alejado de este entorno, cargada de tantas realidades. Me imagino pasear junto a Platero, cuando iba orgulloso con su dueño por las callejas del pueblo, y los campesinos lo saludaban.

Cuando leo un libro, un buen libro, uno que me atrape, es como si viviera otra vida. Recuerdo a la valiente Inés Suarez en la travesía hacia el Nuevo Mundo, al que iba en busca de un marido perseguidor de El Dorado, resguardado en tierras americanas. Aquel viaje para cualquier mujer de la época habría sino una locura, para Inés no. Sino hubiese viajado habría muerto vieja sola y olvidada, en el seno de una familia conservadora.

Mis ojos se paseaban ávidos sobre las líneas que me susurraban sus aventuras, junto a    Pedro de Valdivia. O mejor, sentía los ardores de la pasión y el amor de pecho de Inés, la rabia con la que los indios tensaban sus arcos para combatir contra los arcabuces españoles. Inés loca de celos, al saberse cambiada por otra y el amor con que Rodrigo de Quiroga aceptó su propuesta de matrimonio.

Por aquellos días ya era tan valiente como Inés, a quien no le importó cambiar por el monte arriesgando su vida, Pero íbamos en busca de tierras, de futuro y de El Dorado, era necesario.

Todo sucedió en la casa o en algún pasillo de la universidad o sentada a un lado de la escalera. Era como tomar el ticket para viajar a cualquier época. ¿Y qué decir de la casa voladora de Osuna? Se parecía mucho a la mía, sin mucho dinero pero con tanto que enseñar.


¿Cómo olvidar al medico de los muertos de Julio Garmendia? Recuerdo haber visto a la muerte como un gran alivio para la vida. Vivir la vida de un muerto no es sencillo, sobre todo si la gran ciudad te resta espacio para disfrutar el descanso eterno. Y es que los habitantes del camposanto temes sentir síntomas de vida, a esos dedos descarnados les aterra sobremanera vivir de nuevo.

Para mí, el mundo no se reduce a esta realidad que vivo día tras día. Existen mundos por doquier a toda hora. No me basta con vivir y tocar lo tangible, existe un hecho humano más humano que yo misma, intocable vive dentro de cada uno.

Puedo crear un mundo a partir de lo que conozco y soy capaz de crear lo que esta realidad material cree imposible. Todos podemos.

Eso es literatura, la capacidad de construir otras realidades alternas, la oportunidad de vivir vidas ajenas a partir de una buena historia o poema.

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