Por:
Isabel Andara
Libros/@andara12
La
fotografía, desde su aparición a mediados del siglo XIX, se ha establecido como
el medio de representación de la realidad por excelencia. De sus posibilidades
narrativas habla el fotógrafo y profesor de la Universidad del Zulia, Alejandro
Vásquez Escalona, en su más reciente obra, “Anotaciones sobre el reportaje y el
ensayo fotográfico”.
Vásquez
asume esta investigación como un viaje en tren, en el que primeramente se pasea
por la evolución de esta expresión, que pasó de ser una simple imagen y se
convirtió en el soporte visual de revistas como la American Ilustratred Magazine,
que en 1890 comenzó a presentar imágenes
ya con estilo narrativo, pensando en mostrar a sus lectores otra manera de
observar e interpretar las realidades.
Para
el escritor, es precisamente este atrevimiento el que da paso a lo que el
denomina el “boom” de las revistas
ilustradas de la Alemania de la década de 1920, que igualmente mantenían a
la fotografía como centro.
De
esas experiencias, explica el profesor, nace el fotoperiodismo, una nueva forma de comunicación, cuyo principal
aporte fue, con el reportaje fotográfico, replantear la elaboración del mensaje
por parte de los fotógrafos, así como también reconocer que es posible elaborar
un discurso periodístico basado mayormente en imágenes.
Y
así continúa el viaje de Vásquez, quien apunta los conceptos de dos géneros
narrativos de la fotografía directa: el
reportaje fotográfico, surgido de las revistas ilustradas alemanas y conceptualizado
como un cuento o relato visual corto, y
el ensayo fotográfico, promovido en 1970 y definido como una narración
visual larga.
Durante su travesía, reflexiona en cada parada que realiza.
Escribe sobre las características, temas, técnicas y compara a los dos géneros
investigados. Para ello, se apoya en los postulados teóricos del maestro del
fotoperiodismo, Eugene Smith y del fotógrafo, Jhon Berger. Además, intenta
explicar, a los interesados por la fotografía, el proceso creador de los referidos relatos visuales y las premisas
básicas de la teoría del arte.
Asimismo,
aún cuando el autor indica el poder narrativo de un buen reportaje fotográfico,
deja entrever en sus páginas el compromiso con el análisis, trabajo y reflexión
que debe tener el realizador de un ensayo fotográfico. De manera que se dedica,
con un poco más de profundidad, a la explicación de la elaboración de este
género, haciendo referencia a varios
ensayos, entre los que destacan: “Cómo
vive la otra mitad”, de Jacob Riis; “Minamata”,
de Eugene Smith y “Los Americanos”, de Robert Frank.
Luego,
en la misma línea, el autor incluye al final del libro dos de sus trabajos para
complementar, ya con imágenes, lo dicho anteriormente. “Cañaverales”, la
primera de las investigaciones añadidas, la realizó entre los años 2001 y 2005,
con la intención de relatar el quehacer de los campesinos cortadores de caña en
varios centrales azucareros de Venezuela.
Mientras
que la otra investigación, “El viaje de Néstor", trata sobre
el ritual del segundo velorio, practicado por la etnia Guajira, de su amigo y
vecino Néstor Palmar. Mediante fotografías, muestra parte de la cultura del
pueblo y el deseo de este pueblo de mantener viva sus tradiciones.
Sin
duda alguna, Vásquez busca con todas estas consideraciones que los lectores de “Anotaciones sobre el reportaje y el
ensayo fotográfico” reflexionen sobre el manejo del discurso visual, a fin
de que lleguen a narrar el mundo desde las imágenes; que apuesten por la
creación y el mantenimiento de los espacios destinados para la fotografía hoy
por hoy.
La invitación
es a embarcarse en el tren del profesor Vásquez, un viaje imprescindible para
fotógrafos profesionales y para los interesados en contar sus historias con
imágenes.
Publicado en la revista Quórum Académico
Saludos, ¿Sabe donde puedo conseguir una copia del libro? Muchas graciad
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