Por: Elseny Martínez
Literatura/@elsenyelisel
La voz femenina:
La mujer ve al mundo y concibe la vida de distinto modo que el género masculino.
Los hombres pierden su tiempo tratando de entender el corazón de
una mujer. Las mujeres son sensibles y cuando tardan horas bañándose o
eligiendo la ropa, no es por simple vanidad. Existe una razón sencilla:
necesitamos llamar la atención de la mejor manera.
No resulta fácil soportar halones de cabello, sentir que el
secador te quema los sesos y, por si fuera poco, gastar tanto dinero en
el bendito sistema de uñas. ¿Saben lo que le disgusta a una mujer?
Que ella haya pasado todo el día haciéndose el manicure, la
pedicura, el facial y el peinado, y que su marido llegue a casa y no se
dé cuenta de todo el esfuerzo realizado.
¡Ey, no sean tontos!
Las mujeres hacen eso para sentirse bellas; para llamar la atención de su pareja.
La mujer tiene la dicha de sentir cómo la vida crece y se
desarrolla durante nueve meses dentro de su vientre. Siente las
pataditas y cuando el bebé nace ella palpa sus bracitos, manitas y todo
su cuerpecito. En fin, un ser tan pequeño pero que significa el regalo
más grande que ella puede hacerle al hombre que ama verdaderamente.
Sin embargo, el corazón de una mujer va más allá del anhelo de
ser madre, inclusive de aquel sueño de convertirse en esposa de alguien.
La mujer está convencida de que se puede llegar más allá, de que el único obstáculo entre ella y su sueño, es ella misma.
La batichica del siglo XXI no está sola porque quiere, sino
porque necesita desesperadamente escuchar y ser escuchada. A Batman se
le taparon los oídos y ella no pudo hacer nada.
Crédito de foto: Comics de Pasquale Qualano
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