Por: Isabel Andara
Periodismo/@andara12
Crédito de foto: orianyelyheredia.blogspot.com |
Estás en la redacción o en una pauta de calle. Trabajas para un
medio con presencia digital y, como periodista, sabes que en esa dinámica la
noticia debe llegar a los lectores en el mismo momento que ocurre.
Con los
mínimos datos, obtenidos en declaraciones o redes sociales, tienes que
escribir, editar y publicar el avance, asumiendo como reto que el texto quedé
exento de errores.
Por el acelerado ritmo en estos
medios, los textos que elabores no pueden pasar por el proceso de edición ni de corrección, porque tienen que publicarse rápido. Esto significa
que tú debes convertirte en editor de tus propios textos, a fin de lograr los mejores resultados.
Sinceramente, es una difícil
tarea, pero no imposible.
Para facilitarte el trabajo, Meena Thiruvengadam, periodista de Poynter, cuenta en el portal Clases de Periodismo 7 técnicas que te serán
efectivas, a la hora de tu
labor como autoeditor:
1.- Lee tu texto, por lo menos tres
veces. La primera vez fíjate en el flujo del contenido; la segunda, comprueba
los hechos y la tercera, verifica si hay errores gramaticales y de tipografía.
2.- Lee tu texto en voz alta. Te ayudará a detectar errores de redacción, frases demasiado largas,
falta de claridad, palabras repetitivas, adjetivos y adverbios innecesarios.
3.- Si tienes una impresora cerca, imprime tu texto y léelo. Usa un plumón resaltador para destacar hechos verificables y partes de
la oración cuyo uso puede ser cuestionable.
4.- Pon atención en las cifras y estadísticas, verifica que las sumas y las edades sean correctas, que los porcentajes
encajen, que los nombres y apellidos estén bien escritos, entre otros detalles
importantes.
Otros
ojos
5.- Si tienes alguna duda, pídele a otro periodista que lea tu nota y te sugiera correcciones, si es necesario.
6.- Ponte en el papel de un editor exigente, detecta las partes del texto que podría objetar y fíjate si la historia
resistiría a su escrutinio.
7.- Toma distancia de la historia y mírala como si fueras un lector: ¿Qué pregunta te harías? ¿Está la respuesta en el texto? ¿Qué más quisieras saber? ¿Qué parte no estaría clara? Ponerte en los zapatos de los lectores puede ayudarte a ser un mejor
autoeditor y, sobre todo, un mejor reportero.
Espero
te ayuden estos consejos. Puedes comentar alguno que tú pongas en práctica.
¡Comparte!
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