Por: Isabel Andara
Artículos/@andara12
La tecnología avanza y con
ella también la responsabilidad en los entornos laborales.
Independientemente del
ramo de negocio de una organización, lo más seguro es que diariamente, gracias a que estamos interconectados por la red, nos
veamos comprometidos casi las 24 horas y los 7 días a la semana, con
un sinnúmero de asignaciones en la oficina: contestar llamadas, programar
conferencias, responder a diversos correos, asistir a reuniones y, por
supuesto, estar al día con la información y el movimiento de las redes sociales.
En
medio de tantos encargos, ciertamente seremos “todoterreno”, pero también estaremos tensos y distraídos, por ende, nuestros resultados no sean los mejores. Entonces, la
pregunta es: ¿cómo evitar la distracción, producto muchas veces de la misma
tecnología, en horas laborales y además ser efectivo en nuestro sector?
No
es un asunto tan complicado, solo se requiere un
poco de planificación y determinación. En un artículo del portal LinciNews,
se incluyen acciones efectivas para batallar la tensión diaria y obtener
resultados productivos. Detallemos:
1. Primero lo peor (o lo que
nos quita más tiempo)
Comencemos
siempre por las tareas más importantes o difíciles, antes de que las llamadas
telefónicas y los correos electrónicos lleguen. Esta puede ser lo p más
productivo del día; terminar primero con las tareas que más tiempo consumen. Es
más, es recomendable la identificación de una hora específica, en la que nos dediquemos
plenamente a las tareas con mayor prioridad.
2. Divide los proyectos en
“pedazos”
Al
sentirnos abrumados con los grandes proyectos emprendidos, un buen truco es
dividir el proyecto, para evitar dilaciones y, así, no nos encontraremos en aprietos. Al tomar un proyecto grandes y
separarlo en distintos “mini-proyectos” con plazos distintos, lograremos
pequeñas victorias cada día, además de incentivar la motivación para el
trabajo.
3. Presta atención
Todos
hemos tenido ese momento en una reunión, en la que nos han hecho una pregunta
sólo para darnos cuenta de que no estábamos prestando atención completamente.
Dejamos el teléfono y desconectémonos de las redes sociales, durante las
conferencias telefónicas o reuniones. Puede ser difícil desconectarse, pero
hagamos un intento. Será sorprendente lo mucho que podemos sacar de las
reuniones, cuando ponemos toda tu atención.
4. La bandeja de entrada
puede esperar
La
capacidad de respuesta es crítica para los profesionales de todos los niveles.
Sin embargo, no dejemos que la afluencia de correos electrónicos nos distraiga
para de hacer tu trabajo. Hay que designar tiempos “libres de comunicación” ,
en los que dediquemos 60-90 minutos a trabajo “real”.
5. Anota todo
Este
consejo viene del libro de David Allen “Getting Things Done”. Cada vez que una
idea o por hacer, se nos venga a la cabeza, anotemos inmediatamente. Esto no es
el último descubrimiento de la ciencia, pero a menudo tenemos mucho de lo que
estar pendiente o reuniones de ir y volver, y podemos olvidar algún pensamiento
crítico o idea que tenemos durante el día.
6. Toma descansos
Un
pilar de la productividad, que a menudo se pasa por alto, es tomarse un tiempo
para hacer algo que realmente disfrutes. Se trate de la lectura de artículos
relacionados con la industria, tomar una clase de ejercicio o irte un poco más
temprano para cenar con su familia, es importante tomar el tiempo para recargar
energías y así estar listo, para atacar tu lista de tareas pendientes de nuevo
en la mañana.
La
parte más importante de este proceso es encontrar un sistema que funcione y
ajustarnos a él. Recordar siempre la importancia de participar plenamente en lo
que sea que estemos haciendo, ya sea un proyecto, una reunión con un cliente, o
incluso de vacaciones.
Fuente: LinciNews
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