domingo, 28 de julio de 2013

5 títulos imprescindibles de la literatura infantil venezolana

Por: Fuentes


Un abuelo, sí
Nelson Ramos
Ilustraciones de Ramón París
Venezuela-España: Ekaré, 2011.

Un abuelo se metamorfosea en distintos animales para consentir los deseos de su nieto por tener una mascota. En un divertido paseo, el cuento nos conduce a una experiencia visual innovadora, donde las imágenes juegan con luz y sombras a través de pequeñas maquetas de papel hechas por su ilustrador. Ediciones Ekaré nos trae un trabajo editorial complejo, que invita a espacios evocativos y una lectura al compás de la familia. Ganador de “Los mejores libros para niños y jóvenes” del 2012 además de formar parte de la lista IBBY 2012.




ABCirco
Gerald Espinoza.
Venezuela: Camelia, 2011.

Un viaje lúdico a dos tintas por el mundo de las letras y sus posibilidades. Bajo la carpa de un circo (creada desde las guardas del libro), el lector visitará a complejos personajes u objetos que refieren a cada una de las letras del abecedario. La editorial Camelia, junto al ilustrador Gerald Espinoza, nos invita a acercar al niño al mundo de la asociación del a,b,c, a través de la imaginación. Ganador de “Los mejores libros para niños y jóvenes del 2012”.








Cuentos prohibidos por la abuela
Mireya Tabuas.
Ilustraciones Walther Sorg
Venezuela: Alfaguara, 2009.

El divorcio de los padres, enamorarse de una profesora y la llegada de un hermano, son parte de los cuatro relatos que conforman este libro. Con un lenguaje sencillo, a ratos contundente, las miradas de estos niños narradores revelan sus angustias cotidianas. Un libro que profundiza en las necesidades infantiles, independientemente de los adultos. Las ilustraciones en blanco y negro consolidan el matiz secreto de estas reflexiones infantiles, cargando de potencia visual cada uno de los relatos. Este libro no solo fue ganador de “Los mejores libros para niños y jóvenes” del 2011, también formó parte de la lista de honor IBBY 2012.




Chamario
Eduardo Polo
Ilustrado por Arnal Ballester.
Venezuela: Ekaré, 2007.

Eugenio Montejo, bajo el heterónimo del colígrafo Eduardo Polo que trabajaba para Blas Coll, construye un mítico entramado sobre el origen de estos poemas. Chamario, cuyo nombre deriva de la palabra chamo, recoge poemas lúdicos, construcciones poéticas y juegos del lenguaje que acercan al niño al discurso poético. Su vigencia, aún en la actualidad, se debe a la impecable edición de Elena Iribarren en la que supo comulgar los poemas con el trabajo del ilustrador español Arnal Ballester, quien, por su lado, creó un imaginario propio, lleno de color y humor, que no desentona con la potente palabra de Montejo. Una joya de colección para niños, jóvenes y no tan jóvenes. Ganador del premio “Los mejores libros para niños y jóvenes” del 2005 y forma parte de la lista de honor IBBY, 2006.


Ratón y Vampiro
Yolanda Pantin
Ilustrado por Jefferson Quintana
Venezuela: Lugar Común, 2012.

La reedición de los relatos de Ratón y Vampiro cobra una nueva dimensión bajo la paleta de Jefferson Quintana. Imágenes enmarcadas bajo la tradición de Leo Lionni, construidas a partir de la técnica del collage, fortalecen con entrañables expresiones a estos dos personajes azules. Su texto, escrito para cautivar a los más pequeños de la casa, es acompañado por un CD que musicaliza las hazañas de estos simpáticos roedores. Postulado para “Los mejores libros para niños y jóvenes” del 2013.


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