Por: Elseny Martínez
Literatura/@Elsenyelisel
Estando en el páramo, recordé tus
sueños.
Observaba la hermosura de aquel paisaje
alto y sublime.
La montaña cubierta de nieve parecía
novia vestida de blanco.
Toda llena de frailejones húmedos
alrededor de la laguna negra, se perdían en el horizonte recorriendo la meseta.
La temperatura alcanzaba los seis
grados, se me helaban las manos. Mientras caminaba sentía el corazón más
agitado.
Llegué a la cima y al estar allí, lloré
por tus sueños.
Porque no estabas allí pero yo lo estaba
cumpliendo.
Sin fecha
E.Y.M.C
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